6.24.2007

EL JUEGO INDEFINIDO DE LAS JERARQUÍAS QUE “BRILLAN”

EL JUEGO INDEFINIDO DE LAS JERARQUÍAS QUE “BRILLAN”
Escrito por Mtra. en Arq. Viviana Herrera Flórez


Deseo compartir con ustedes la experiencia de haber trabajado en un panóptico que se dedica al diseño arquitectónico por casi un año aquí en esta grandiosa Ciudad y en donde experimenté diversas intensidades (quizás le sirva esta experiencia a alguien del taller para poder trascender en su investigación).

El sistema, me resultó completamente opaco y sólo pude ver lo que me permitieron.

Me sentí constantemente observada y cronometrada haciendo que mis interrelaciones se congelaran. Todo fluía de una forma extrema, o era rápido como la red, o lento, como aprender a picar en una piedra para poder escribir unas cuantas palabras o dibujar unas cuantas líneas...; el chisme, la mirada, el oído atento a cualquier movimiento o grito, la alegría, la atracción, la apatía, todo se conjugaba.

El “miedo”... a un jefe que grita y gruñe cada vez que puede, imponiéndose..., ¿es una imagen o una realidad?. Todavía no lo sé, sólo sé que cuando se pronunciaba su nombre o cuando este importante personaje empezaba a enviar correos esquizofrénicos amenazantes porque se aproximaba su llegada, o cuando decía: “a la chingada”, todo se aceleraba al cien por ciento, se respiraba puro estrés.

Considero que este estigma de trabajo es toda una obra de teatro escenificada bajo el contexto de un inframundo el cual a veces estudiantes e investigadores diversos no llegamos a conocer hasta que no lo vivimos en carne propia.

Lo “brillante” va de la mano con ese mundo de abajo que está conformado por arquitectos ambiciosos los cuales sacrifican su orgullo por brillar ante una empresa que encabezan “los otros”. Arquitectos que sueñan poder llegar a ser algún día parte de este grupo de “los otros” (los otros: inversionistas, accionistas, gerente principal o fundador de la oficina); colegas de todas las edades que se trasnochan y se desviven por ver en revistas de vanguardia sus nombres; arquitectos sumisos, oscuros, densos, llenos de competencia, de envidia, de chismes, de expresiones que le hacen culto a las comunicaciones rotas, o a las comunicaciones que se rumoran y se imaginan; ex - colegas llenos de males de ojos, con los nervios coléricos, llenos de repetición, envueltos a diario por gritos autoritarios; arquitectos que le hacen rito a la rutina de: un ¡hola!, saludo automático que puede significar: ¡uf! Me excita o, ¡uf! No lo resisto más.

Este es el inframundo que desarrolla diseños formales experimentales en modelos tridimensionales “espectaculares” los cuales, representan un objetivo o una ambición principal, llevar esos “ejercicios” a la realidad, lograrlos construir, así se vayan en contra del mundo entero. Ese es el mayor logro que puede tener un despacho de diseño y el mayor orgullo de todo el inframundo que trabaja en ellos, al hacerlo realidad su ambición se calma, su orgullo crece y su reconocimiento se empieza a conjugar con ese “brillo” que identifica el nombre, el signo de ese despacho que satisface las necesidades del mercado mundial del diseño.

Lo “brillante” es como un gran jardín lleno de senderos que se bifurcan... hacia diversas jerarquías y símbolos.
En donde el tiempo se bifurca perpetuamente hacia innumerables futuros... que ofrecen el crecimiento a nuevas jerarquías y signos.
Convirtiendo así, ese “brillar” en una enorme adivinanza, o parábola... ¿realmente existen las jerarquías, los símbolos y lo signos en ese enorme mundo del diseño arquitectónico?

Omitir siempre una palabra, recurrir a metáforas ineptas y a perífrasis evidentes, es el modo más eficaz del teatro, del juego que indica, propicia, motiva las jerarquías del inframundo....

Envío a todo el Taller de PUAC un gran abrazo y espero volver a ir uno de estos días a los talleres que tanto extraño.

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